06 Sep JUEGOS PARALÍMPICOS EN CIRCUNSTANCIAS EXTRAORDINARIAS
Se celebran los XVI Juegos Paralímpicos en la ciudad de Tokio.
En el mundo del deporte, la élite mundial lucha para poder participar en los Juegos Olímpicos, máximo exponente y representación de los mejores deportistas. La historia de estos se remonta mucho más atrás de nuestra era, retrocediendo en el año 776 a.C. en la Antigua Grecia para encontrar la primera edición de estos en la ciudad de Zeus, Olimpia. Si bien es cierto que tanto el formato de estos como las disciplinas que participan son distintas, la inspiración vino de nuestros ancestros helénicos.

Es en el año 1896 el que se considera como origen de los Juegos Olímpicos modernos. Durante esta etapa, cabe remarcar la participación de George Eyser, el primer atleta paralímpico que el año 1904 compitió en los Juegos Olímpicos, consiguiendo obtener, con una prótesis en la pierna, seis medallas en un solo día. Detrás de Eyser le siguieron otros deportistas con discapacidad, que a pesar de los significativos obstáculos afrontaban la competición cada cuatro años.
Hacia los años 40, el neurólogo judío británico Ludwig Guttmann fundó los Juegos Paralímpicos en Inglaterra después de su traumático exilio al Regno Unido. Su deseo de reintegrar a una completa vida social a sus pacientes con lesiones medulares incluyó la disciplina de los deportes, enfatizando no solo la recreación sino especialmente los beneficios psicológicos y rehabilitativos que esa práctica aporta a cualquier humano.
Pero no fue hasta el año 1960 y coincidiendo con los XVII Juegos Olímpicos que en Roma se celebraron los primeros Juegos Paralímpicos de la historia, permitiendo así un trato igualitario a las personas con alguna discapacidad física. El Comité Paralímpico Internacional (CPI) establece diez categorías de discapacidad que incluyen discapacidad física, intelectual y visual, garantizando así una situación de equidad entre los participantes.

En los siguientes años, cuando los Juegos Paralímpicos ganaron más fama y contaban ya con severas participaciones internacionales, su impulsor, Ludwig Guttman, hizo pública una verdadera declaración de intenciones: “El propósito de los Juegos de Stoke Mandeville es unir a los hombres y mujeres con parálisis de todas partes del mundo en un movimiento deportivo internacional. Tu espíritu deportivo verdadero dará esperanza e inspiración a miles de personas con discapacidad”. (Ludwig Guttman, 1956).
Los Juegos Paralímpicos 2020 son los decimosextos Juegos Paralímpicos, pero debido a la pandemia de COVID-19 estos fueron aplazados a este verano 2021 en la capital nipona, Tokio. Los Juegos Paralímpicos se llevan a cabo entre el 24 de agosto y el 5 de septiembre. Es el primer año donde los Paralímpicos introducirán nuevas disciplinas como el bádminton, el hockey en silla de rueda eléctrica, fútbol para amputados y el taekwondo, mientras se eliminan otros deportes como el vela y el fútbol 7. En total se disputarán distintos eventos en 22 deportes con una representación total de 135 agentes (129 deportistas y 15 de apoyo), a los que la afición se aferra para soñar con un nuevo metal paralímpico.

A pocos días del final, ya se han observado algunas participaciones remarcables. Es el caso de Eva Moral, triatleta del equipo Toyota con la que colaboramos para mejorar el exoesqueleto de ABLE. La española fue galardonada con la medalla de bronce en la categoría PTWC de triatlón, marcando un tiempo de 1:14:59. Durante una carrera cicloturista, Eva sufrió un accidente en bicicleta después de precipitarse por un barranco de siete metros tras perder el control. Ocho años más tarde, esta abogada madrileña ha encontrado en el deporte una rehabilitación mental y física que pasó a ser vital para ella. Antes del accidente ya hacía triatlones, y descubrir que podría seguir haciéndolas le permitió luchar por su objetivo de participar en unos Juegos Paralímpicos. A base de horas y horas, Eva ha conseguido su sueño con una puntuación de éxito rotundo, demostrando su gran estado de forma y sus altas capacidades mentales. Eva atribuye su éxito a la filosofía de vida tatuada en el antebrazo derecho, donde demuestra su actitud frente a las adversidades: “Never give up” (Nunca te rindas). Las lágrimas aparecieron tras recordar el incondicional apoyo de sus familiares y amigos, en especial su pareja y handler, Ángel Salamanca.
«Hoy un poquito de esta medalla es para esas personas que ahora están ahí pasándolo un poquito mal. La vida sigue y es estupenda ganemos medallas o no. Hay que hacer lo que nos apasione» (Eva Moral, bronce paralímpico en triatlón)
¡Felicidades Eva!